Se considera Actividad Física (AF) cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que exija gasto de energía.
Se ha observado que la inactividad física es el 4º factor de riesgo en lo que respecta a la mortalidad mundial (6% de las muertes registradas en todo el mundo). Además, se estima que la IF es la causa principal de un 21%-25% de los cánceres de mama y de colon, el 27% de los casos de diabetes y aproximadamente el 30% de la carga de cardiopatía isquémica.
Un nivel adecuado de AF regular en los adultos: - reduce el riesgo de hipertensión, cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular, diabetes, cáncer de mama y de colon, depresión y caídas; - mejora la salud ósea y funcional, y - es un determinante clave del gasto energético: fundamental para el equilibrio calórico y el control del peso.
El ejercicio físico es una variedad de AF planificada, estructurada, repetitiva y realizada con un objetivo relacionado con la mejora o el mantenimiento de uno o más componentes de la aptitud física.
El deporte conlleva además una reglamentación, institucionalización y competición.
Además del deporte, hay muchas actividades para escoger:
Desplazarse a pie o en bici para ir al trabajo, a comprar, a hacer recados, etc.
Subir escaleras en lugar de coger el ascensor o la escalera mecánica.
Aparcar el coche más lejos de lo habitual.
Bajar del autobús o metro unas paradas antes.
Compartir los momentos de juego y ocio con los niños/as.
Jugar y pasear con los animales.
Bailar, hacer excursiones, trabajar el huerto o el jardín, etc.
Limitar el tiempo dedicado a la televisión, al ordenador, a las video-consolas, etc.
MITOS sobre la AF:
- Mantener la AF resulta muy caro. Se necesitan equipos, ropas y zapatos especiales, y a veces incluso hay que pagar por el uso de las instalaciones deportivas.
- Estoy muy ocupado y la AF requiere mucho tiempo.
- Por naturaleza, los niños tienen mucha energía. No paran quietos. No hay necesidad de perder tiempo ni energías enseñándolos a tener AF. Ya están muy activos.
- La AF solo es necesaria en los países industrializados. Los países en desarrollo tienen otros problemas.
- La AF es para quien está en la flor de la vida. A mi edad no tengo que preocuparme con eso.
La edad como impedimento no es una excusa. Todo el mundo puede disfrutar de los beneficios de la AF: independientemente de la edad o de las habilidades físicas. La AF es un gran aliado de la salud cardiovascular y cerebral, además de un gran promotor de nuestro bienestar.
¿Cuáles son los BENEFICIOS de practicar actividad física?
Sabemos que hacer AF es bueno, ¿pero sabemos cuán bueno es? Aquí tenemos un listado de los seis principales beneficios de mantener una AF regular, pero hay muchos más.
Son los siguientes:
1. El ejercicio permite controlar el sobrepeso
Mantenernos activos y hacer ejercicio con regularidad nos ayuda a quemar calorías por lo que nos permite prevenir el exceso de peso o mantenernos en nuestro peso saludable. Cuanto más intensa sea la actividad, más calorías se queman. La clave está en la constancia. Si no disponemos del tiempo suficiente para ir al gimnasio habitualmente podemos practicar un día a día más activo por ejemplo, subiendo y bajando escaleras en lugar de utilizar el ascensor.
2. El ejercicio ayuda a combatir enfermedades
Mantenerse dinámico y hacer ejercicio de forma regular ayuda a prevenir alteraciones cardiovasculares como la hipertensión o la diabetes, pero también está indicado para otros problemas como la artritis, la depresión o incluso, algunos tipos de cáncer. Las enfermedades neurodegenerativas no son una excepción, ya que la salud de nuestro cerebro está directamente relacionada con nuestra salud cardiovascular. El ejercicio no solo es bueno para nuestro corazón, lo es también para nuestro cerebro.
3. Hacer ejercicio pone de buen humor
Una sesión en el gimnasio o un paseo a paso ligero de 30 minutos nos puede cambiar el humor cuando nos sentimos decaídos o nos puede ayudar a liberar tensiones cuando nos sentimos estresados. Esto se debe a que la actividad física estimula factores químicos del cerebro que provoca que nos sintamos más felices y relajados, por lo que nuestra confianza y autoestima también salen reforzadas.
4. Hacer ejercicio aumenta la energía
El ejercicio nos ayuda a tener más fuerza y resistencia. El deporte hace que se libere nutrientes y oxígeno a nuestros tejidos y que nuestro sistema cardiovascular trabaje de forma más eficiente. Y, cuando corazón y pulmones trabajan mejor, se dispone de más energía para afrontar el día.
5. El ejercicio ayuda a dormir mejor
La actividad física regular hace que sea más sencillo conciliar el sueño y que sea más profundo. No obstante, es desaconsejable hacer ejercicio justo antes de ir a dormir ya que nos puede activar en exceso por lo que nos podría costar más tiempo de lo habitual dormir.
6. Hacer ejercicio puede ser divertido y promueve la socialización
Es una oportunidad para salir al aire libre, disfrutar del entorno y dedicar tiempo a realizar actividades que nos hagan sentir bien. También se puede practicar en compañía, en equipo o en actividades grupales, de modo que se favorece el contacto con la familia o los amigos. Clases de baile, caminatas, crear un equipo de fútbol… Son muchas las propuestas que nos pueden divertir y ayudarnos a mantener la forma.
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